El despertador suena a las 6 y cuarto, pero es Sábado, toca moto y por tanto no duele tanto.
Me asomo por la ventana y veo que llueve. La lluvia es bastante débil y la previsión que consulté el Viernes por la noche anunciaba cielos nubosos y previsión media-baja de lluvia en la comarca de la Selva.
Guantes y calcetines de recambio en la mochila, me enfundo el traje de lluvia y a las 7 me pongo en marcha con destino a Barcelona.
A las 7:30 llego a la gasolinera en la que habíamos quedado y veo que Lluís Mulero jr y J.M.Malloll ya estaban esperando. No tardaron en aparecer Coro, Joan, Josep y el otro Jaume, Sobre las 8, seis impalas (Lluís no lo vió claro y decidió quedarse) entraban en la Ronda de Dalt con destino Mataró dónde nos esperaban Pep Itchart, Marc Jené i Susanna Permanyer.
La lluvia seguía muy débil y confiábamos en que la previsión acertaría, pero una vez en el área de servicio de Mataró viendo los rayos que caían y lo negro que se veía el cielo hacia el Norte ya vimos que aquello no iba a mejorar...más bien todo lo contrario. A la altura de Arenys, Mallol que iba sin equipo de agua decidió volver hacia Barcelona.
70 kmts. de autopista a ritmo de 90-100 nos quedaban por delante. A mi no se me hizo nada pesado, pero sufría por alguno/s que no llevaban equipo de agua. Al parar en el primer peaje vi que Josep y Joan ya tenían la chaqueta, los vaqueros y el calzado completamente empapados, pero en cambio Jaume Falguera aún estaba prácticamente seco aunque tampoco llevaba impermeable. La diferencia...el fantástico carenado Rally.
A las 9:30 llegamos al paseode Lloret de Mar dónde habíamos quedado con Jordi Martí y el resto de impulsores de "La Crida" (La Llamada), y vimos que también se habían apuntado un par de impaleros de Calella. Coro y Marc no llegaban...luego supimos que hubo una pequeña caída de Marc provocada por la inesperada clavada de los discos de freno de la Impala Rally de Coro - es lo que tienen los discos después de una hora circulando en autopista bajo el agua...al primer toque no frenan y al segundo, agárrate ! -. Resultado: estribera doblada y maneta rota .
 |
El Passeig de Lloret de Mar |
Como no paraba de llover decidimos tomarnos el desayuno con calma mientras decidíamos hacia dónde pondríamos rumbo después de los cafés. Al poco rato aparecieron también Xavier Tibau y Víctor Gallart, y sobre las 11 decidimos ir a Platja d'Aro a dar una vuelta por el mercadillo de clásicas que cada año se celebra allí.
14 montesas (13 Impalas y una Enduro 360 H6) encaramos la bonita carretera que une Lloret con Sant Feliu de Guixols. Seguía lloviendo y la carretera estaba muy sucia y resbaladiza. A los pocos kilómetros primer susto...A Jordi se le fué de delante y la caída se saldó con el soporte del faro y una maneta rotos y afortunadamente ninguna consecuencia física por su parte. Este accidente nos hizo extremar las precauciones y sobre las 12 llegábamos a Platja d'Aro sin más novedades en el parte.
 |
Jordi, Xavi y "Santa" Brida |
 |
Sant Feliu de Guixols |
Había dejado de llover y pudimos pasear durante una hora por el mercadillo. Allí coincidimos con Jordi Zambrano que decidió apuntarse también a la comida. Sobre la una nos pusimos de nuevo en marcha y cogimos la misma carretera, la diferencia fué que estaba bastante seca y pudimos desahogar un poco las motos y desahogarnos nosotros también, claro.
 |
Mercadillo de Platja D'Aro |
Disfruté como un enano rodando detrás de Jordi, Coro, Jaume y Josep. El asfalto estaba bastante bien y es una carretera muy bonita para trazar rápido. A las 2 en punto llegamos al Restaurante Cala Canyella que está emplazado en la cala que le da nombre. Una bonita cala muy cercana a Lloret de Mar en la que jamás había estado pero a la que no tardaré en volver con la familia. Una agradable charla acompañada de la cervecita de rigor y un aperitivo a base e calamares, pescado frito, croquetas... y una buena paella de marisco regada con vinito blanco nos tuvieron ocupados hasta casi las 5 de la tarde.
 |
Digestión a Conciencia |
La vuelta hacia Barcelona fue un poco más relajada que la ida. Había dejado de llover y decidimos volver de nuevo por autopista, que aunque más aburrida siempre es más rápida.
Compartir una jornada en moto con buenos amigos siempre es algo especial...y si es bajo la lluvia - y vas bien equipado - para mi es "La Tormenta Perfecta".