Todo empezó en 2004...Verónica estaba embarazada !!!
La verdad es que desde muchos años antes ya me rondaba por la cabeza la idea de que mis hijos tuviesen una Cota 25 para cuando quisieran comenzar a ir en moto. Si, es cierto que en el mercado hay motos más modernas y más reducidas de tamaño que son más adecuadas para empezar, pero en los 70 solo había la Cota 25... Bueno vá!...también la Chispa de Bultaco, pero evidentemente no era una opción ni en los 70 ni mucho menos ahora...para mi, claro.
Así que a mediados de 2004 dejé aparcado provisionalmente el "Proyecto Rápita 250 automix" en el que estaba trabajando y al que dedicaré un post aparte, y comenzó la búsqueda de una Cota 25 más o menos en condiciones. Primero estuve mirando en Auto retro, pero en aquellos tiempos, las Cotas 25 ya andaban sobre los 3.000€ restauradas, así que decidí buscar por internet una moto para restaurar lo más entera posible.
Tuve suerte, y no encontré una...fueron dos. Una estaba en Vic. llamé, fuí, la probé y me la llevé y aunque el aspecto era bastante lamentable, funcionaba, conservaba las piezas originales más difíciles de conseguir, y el precio fué bastante razonable.


Lo primero fué revisar a fondo ambos modelos tanto a nivel de motor como de componentes, y la verdad es que ambas unidades arrancaban y funcionaban correctamente y los componentes importantes como la horquilla, amortiguadores, manillar, puño de gas, depósito, etc. eran originales en ambas y dejando aparte los evidentes signos del paso del tiempo, estaban en bastante buen estado. Así que finalmente, decidí dejar una lo más completa posible y vender la otra para sufragar parte de los gastos de restauración. Había estado consultando precios de guardabarros, pintura, gomas...y los precios la verdad es que baratos no eran. En dos semanas una de las cotas estaba vendida y ya podía comenzar a concentrarme en la que conservé.
Quien me iba a decir entonces que al cabo de dos años volveríamos a estar "embarazados". bueno, el embarazo si que estaba previsto, pero que viniesen mellizos, pués no !...Y la vendí baratita !!!.
Lo primero fué desmontar completamente la moto, separar piezas para cromar, pulir, pintar, reparar, radiar y llevarlas a los profesionales. A continuación confeccionar una lista de piezas pendientes y empezar a buscar en internet y mercadillos.
En paralelo, decidí que el bastidor lo pintaría yo mismo, y la horquilla también la intentaría solucionar sin ayuda externa, así que llevé bastidor y basculante a chorrear, desmonté la horquilla y llevé las barras a rectificar y cromar y las botellas a pulir.
En éste momento, se comenzó a complicar la cosa. Paula requería muchas atenciones de sus primerizos padres y el proyecto Cota 25 quedó aparcado provisionalmente. Esto era a mediados de 2005, un año después de comprar las Cotas y 4 o 5 meses después e nacer Paula.
No fué hasta la primavera de 2006 que retomé el proyecto. Con el buen tiempo me puse a trabajar de nuevo en el bastidor que ya me había chorreado un buen amigo - Gràcies Rafa ! -. Desengrasar, 3 capas de imprimación, empapelar el garaje, colgar las piezas como jamones y tres capas de pintura en spray (eso si, de altísima calidad, que cada spray costaba un riñón).
Y a esperar las barras de la horquilla, ruedas radiadas y algún que otro componente para empezar el montaje...
Continuará....