Una 4RT último modelo en el
garaje de casa !...pues habrá que probarla…¿o no?.
La semana pasada junto con Pep Itchart
y Xavi Arenas estuvimos gestionando una solicitud de una productora que
necesitaba dos motos para un rodaje. Tenían que ser una Impala del 63 en
perfecto estado y una moto de trial último modelo. Lo de la impala no suponía
más problema que ir a buscar la Impala Sport 175 de Pep,…¿problema?...aprovechando
que el Viernes por la tarde salgo de la oficina a las 14h, quedamos en vernos
directamente en Sant Feliu de Codines y aprovechar para comer juntos por allí.
Cuando Llegué, Pep me esperaba
con la Impala Sport y la Texas preparadas para hacer unas curvitas hasta el
Restaurante en Sant Quirze. En Viernes, con un día precioso, temperatura
alrededor de los 25º, en aquel entorno y la buena compañía, esas curvitas se me
antojaron como el mejor aperitivo previo a una comida con un buen amigo.
Lo de la cota por otro lado, con una llamada a
fábrica por parte de Xavi Arenas quedó
inmediatamente solucionado.
Así que el Miércoles pasado,
enganché el remolque y al salir de la oficina me dirigí hacia Montesa-Honda en Sta. Perpètua de Mogoda. Allí Miquel Cirera me entregó la Cota
nuevecita que íbamos a utilizar en un rodaje el Sábado siguiente, pero en el último momento, y por cuestiones
internas del rodaje, la productora decidió eliminar del guión las secuencias en
las que debían aparecer las motos. Malas noticias y decepción entre los que
habíamos dedicado tiempo e ilusión con el objetivo de que las motos que
apareciesen en el spot fuesen 2 Montesa y no cualquier modelo de otras marcas.
En fin, que teniendo la Cota en
el garaje de casa, pensé que era una buena oportunidad para probar como se
merece el último modelo de Montesa. Llamé a Miquel para solicitar su permiso y
la respuesta fue “cap problema”.
El Jueves llamé a Albert Ribó (trialero
Montesista y Presidente del Motoclub Corbera) y quedamos para salir el Domingo
de excursión por los preciosos alrededores de nuestro pueblo (Corbera de
Llobregat) dónde los caminos y zonas de todo tipo nunca se acaban.
El Domingo a las 08:15 cogí la
Cota y por caminos me dirigí hacia la zona cercana al pueblo en la que habíamos
quedado a las 08:30. Al poco rato
llegaron Antoni Serra con su Sherco y Jordi Ribó con su 4RT que nos informó de
que en un ratito subían también su hermano Albert con otra 4RT y su yerno con una KTM Free Style
250 que le habían cedido para probar.
Perfecto!...les comenté que por
favor intentásemos no complicarnos demasiado la vida, ya que con una moto de
pruebas no quería meterme en zonas demasiado complicadas en las que la moto
pudiese sufrir algún desperfecto, así que decidimos rehacer una ruta que un par
de semanas antes tuvimos que dejar a medias tras la repentina y extraña gripada
del cambio de mi Cota 307…Pensé que era ideal. Con la 307 aquel día tuve
problemas en algunos escalones y zonas rocosas por las dificultades para cambiar de velocidad, pero las zonas hubiesen sido
perfectamente factibles con la velocidad correcta engranada, o sea que con una 4RT 260 nuevecita, sería cuestión de coser y cantar.
Otros cantares son el hecho de
que llevo demasiado tiempo montando sobre la 242 y la 307, mi nivel de trial y mi estado de forma, pero
la verdad es que todo lo que con cualquiera de las Montesa clásicas puede
parecer complicado o te obliga a realizar un importante esfuerzo sobre la moto,
con una 4RT se supera sin grandes dificultades ni esfuerzos…eso sí, hay que
dedicar un ratito a cambiar el “mapping” del chip cerebral que aún está en posición
“classic” para pasarlo a “Actual”.
En ésta moto todo está en su
sitio y funciona a la perfección. El tacto del gas, la suavidad del embrague hidráulico,
la progresividad del motor, la precisión
del cambio y la efectividad de las suspensiones…además la moto peso solo 73 Kgs
en seco, que aunque pueden parecer muchos comparados con los 67 Kgs de una Gas
Gas TXT Pro 280, a mi me hizo revivir las sensaciones que tenía con la Cota 315
(de también 73 Kgs.), y comparándolos con los 86Kgs. De la 307 y los 88 de la
242 que vengo utilizando en los últimos años me pareció una pluma.
A medida que íbamos entrando en
materia y en calor yo continuaba con mi cambio de “mapping” y con mi adaptación
a la vigente campeona del mundo (y ya van 7 consecutivos). Un aspecto que no me
acabó de gustar pero que evidentemente no es en absoluto achacable a la moto, fue
el embrague. El tacto es como de mantequilla pero no tiene ninguna
progresividad…es un embrague tipo “on-off”, y si evidentemente esto es lo que
demanda el trial actual y los buenos pilotos (no éste “paquito” que escribe), a
mi me cuesta mucho adaptarme y me siento más cómodo con un embrague algo más
progresivo que me permita “jugar” con el…Jordi Ribó me comentó que en su 4RT el
cambió la Bomba por el mismo motivo y que con la nueva bomba tiene el tacto de
mantequilla combinado con la progresividad…apuntado para cuando llegue una 4RT !.
Continuamos por estrechísimos y
enrevesados caminitos en subida por los que la moto trazaba como con tiralíneas con una precisión absoluta y
perdonando los numerosos errores de un servidor al que el dolor de los
antebrazos y el cansancio le jugaron algunas malas pasadas…seguramente con una
de las mías hubiese resultado en tortazo seguro, pero la 4RT me perdonó.
Una vez llegaron David y Albert, fuimos a desayunar al
Restaurant de la Creu Aragall hasta dónde llegamos por unos caminos que no conocía
y que empalmaban la urbanización del “Bon repòs” con el “Camí del Pi de les tres branques” y
desde allí hacia La Creu Aragall (537 mts). La última parte del recorrido sí
que la conocía...suelo trialear a menudo por allí puesto que está al lado de casa.
Después de desayunar, y de probar
la KTM Free Ride que por cierto nos sorprendió muy gratamente a todos, continuamos con nuestra
excursión dominical. Como ya habíamos recobrado energías, decidimos seguir
subiendo hasta el “Puig d’Agulles” (653 mts.). Hasta allí se puede llegar por
pistas o por una gran variedad de caminos que los trialeros han ido abriendo. Los
caminos son variadísimos y a veces bastante complicados, pero evidentemente esa fue
nuestra elección.
Ya a media ascensión, el camino empalma con
una larguísima zona que me recuerda al mítico “pipeline” de los Scottish…piedras
grandes, pequeñas, sueltas, surcos y en subida. Con la 4RT subía sin más problemas
que el cansancio. La moto traccionaba perfectamente y la rueda delantera la iba
colocando con bastante facilidad dónde quería. Iba yo subiendo muy decentemente, cuando de golpe y sin previo aviso la moto se
paró de golpe, y yo por los pelos no di la voltereta por encima del manillar,
aunque llegué a besar el guardabarros delantero. Se había quedado seca de
gasolina. Collons!...si había llenado el depósito (1,9 lts) y había funcionado
apenas 2 horas !...Por suerte, Jordi llevaba lleno su “depósito-asiento” auxiliar y me
prestó casi un litro. Finalizamos el “pipeline” y llegamos a la cima del “Puig”.
La bajada la hicimos por el otro
lado, y ahí sí que pasé algunos apuros por lo inclinada y estrecha y las
enormes e irregulares piedras, aunque con la 4RT realmente todo se ve más
fácil. Con unos cuantos pies, enseguida pasamos la zona más complicada y nos
metimos por unos divertidos y enrevesados
caminos cubiertos de maleza y árboles
caídos que nos obligaban a aplanarnos sobre la moto para no golpear el casco
contra la gran cantidad de árboles caídos. En esa zona tan húmeda, las piedras y el barro complicaban
la tracción, y no sé si por el hecho de hacerla en primera o por el neumático Dunlop
que monta la 4RT de serie (Michelin en la versión “Race Replica”), pero lo
cierto es que la rueda patinaba más de
lo normal aún con la presión muy baja…En realidad, siempre he montado Michelin
en mis motos de trial, y me quedé con la duda de comprobar si en aquellas
condiciones el neumático francés hubiese funcionado mejor.
Llegados de nuevo a la pista
principal, paradita para beber un poco de agua, y de nuevo la moto se paró de
golpe. Gasolina otra vez y ésta vez sí que todos nos quedamos muy extrañados
del alto consumo de ésta unidad de pruebas…lo comentaré en Montesa.
Después de darle algo de bebida a
la Cota, me separé del grupo para volver hacia La Creu después de 4 horitas de
trial y un buen desayuno.
Para concluir, diré que cuando
tuve ocasión de probar por primera vez una 4RT en 2005 con motivo de su
presentación en la Montesada, fui de los que prefirieron continuar con las 2T.
Supongo que en aquel momento estaba muy habituado a la 315R y la 4RT no me
convenció. Luego, al nacer mi hija en 2005 dejé el trial y me deshice de la 315,
dos años más tarde nacieron mis otros dos hijos y estuve sin trialear un poco
en serio durante prácticamente 6 años, para después volver a hacerlo pero con
motos clásicas y en plan más excursión.
Todo éste rollo para reconocer que mi
nivel de trial es muy bajo, y que evidentemente a ésta 4RT no le he “sacado el
jugo” en absoluto, y que por tanto lo que yo opine de ésta moto a nadie le será
de ninguna utilidad. Pero hay algo que
me gusta mucho de las 4RT en general, y si alguien está en una situación
parecida a la mía y quiere volver a practicar algo de trial creo que le podría
ser útil saber que cuando crees que definitivamente te habías olvidado de hacer
trial, la coges y enseguida te has adaptado a ella, tiene bajos medios y altos,
el motor siempre está lleno, giras en un palmo e incluso aquellos cambios con
ambas ruedas que recordaba de hace algunos años vuelven a salir, el tren
delantero es muy ágil y puedes mantener
muy fácilmente la trazada en zonas complicadas. Evidentemente es una excelente
moto para cualquier piloto de nivel alto, pero también es una moto agradecida
para “trial excursión con alguna complicación” que es lo que me gusta practicar
actualmente.
Además, y ésto si que es un buen argumento, el precio de la 4RT 260 se ha ajustado al máximo y será aproximadamente un 15-20% más económica que la versión 2013, quedando el precio final en 5.799€ la versión standard y en 6.900€ la versión "Race Réplica".
Las principales diferencias entre las dos versiones se encuentran básicamente en la utilización de la fibra de carbono en la tapa del embrague, puente de horquilla y diferentes protectores en horquilla, escape y silencioso, así como suspensiones Showa, estriberas S3 multi-regulables, neumáticos Michelin y estética "Repsol" en la "RR" mientras que la versión "standard" equipa horquilla TECH, amortiguador R16V, neumáticos Dunlop y protectores en plástico /metal en el escape, puente de horquilla en aluminio y estriberas también S3 pero sin regulación. El bastidor es el mismo en las dos unidades aunque el acabado es anodizado en negro en la versión "RR" y aluminio pulido en la versión "standard".
En ambos casos, la calidad de los acabados es francamente impecable (no podía ser de otra forma tratándose de Honda), y aunque a primera vista las formas parece que no han variado demasiado respecto a las primeras 4RT,s, si que se ha buscado que el conjunto resulte ligeramente más estilizado y esbelto que sus predecesoras con sutiles cambios en el depósito y en la plástica como el acabado puntigudo del guardabarros trasero.
Una moto elegante, sobria y efectiva en la que la fiabilidad y su bajo mantenimiento son dos de sus principales bazas.
Y es MONTESA !...Sin ninguna duda, mi próxima moto de trial
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